El pequeño acervo literario: la biblioteca en casa

Artículo de ©Mario Ramírez

Hola amigos de “La Lupa” espero se encuentren muy bien de salud, en el hogar y en la filatelia, claro está. En esta ocasión, atenderé una petición de mi amigo lector de este medio “Temático GAB”, acerca de la “literatura filatélica” les compartiré más que un artículo, un ejemplo de cómo construir en base a mi experiencia lo que yo llamo la: “Mini-Alejandría personal” donde consulto mis dudas constantemente.
Inicié coleccionando desde los casi 6 años  en 1988 (honestamente no recuerdo el mes), derivado de que mi padre me obsequió “las estampillas” que le sobraron después de enviarnos unas postales durante uno de sus viajes y ahí inicié coleccionado, pero en la filatelia en forma inicié en el 2004, soy miembro del Club Filatélico Querétaro desde el 2009. Ser “Temático” en estos días, es aparentemente más sencillo que ser “Filatelista clásico” o “Tradicional”, pero las apariencias engañan, ya que el conocimiento del material filatélico, debe ser lo más extenso, a través de la línea del tiempo y evolución del servicio postal y requiere dominar un tema que superficialmente es simple, pero ha requerido años de estar en el medio; y será éste, con el que inicie poniéndome como caso práctico.

• Literatura temática.

Al tener un tema que desarrollar, necesitas tener a la mano, la información más completa para poder aclarar a lo largo de tu trabajo, dudas anticipadas del lector, profundizar en los detalles del tema principal y abordar los temas secundarios (subtemas) que permiten que tu trabajo se desenvuelva de forma fluida.

Me he dado cuenta que se puede iniciar con una enciclopedia especializada, donde se encuentre la información general (en mi caso una enciclopedia de anfibios), tu tema te irá exigiendo más, y entrarás en los libros especializados (los cuales para mí son de especies particulares de ranas y sapos), estos libro hablan específicamente de un tema y lo abordan a profundidad.
Existen libros que en ocasiones no imaginaríamos, en mi tema particular de cuidados, alimentación, anécdotas y hasta libros históricos con información valiosa para el desarrollo del tema. Toda información, donde aparezcan datos curiosos de nuestro tema, debe ser conservado.

• Catálogos.

Coleccionamos estampillas, por lo tanto sabemos de ellas, pero ¿qué sabemos de ellas? ¿cómo lo sabemos? Les contaré una anécdota curiosa:

Era hace una vez, un filatelista que inició estudiando una gran cantidad de sellos de 1 centavo de 1910, cientos tal vez miles, le tomaba entre 4 y 5 horas observar un par de decenas de ellos y un día descubrió una variedad, algo “raro” en una de ellas, la comparaba con otra misma de su emisión, se cuestionaba y hacia hipótesis de su existencia ¿cómo una estampilla de 1910 podía ser tan especial? Acabó de clasificar su lote, ninguna otra apareció como la que poseía, él “tenía la única pieza que existía” se decía  a si mismo, se armó de valor, la llevó a una casa filatélica de renombre en un ciudad cercana a la de él. La presentó con fanfarrias, el comerciante se entusiasmó, creía en el filatelista, el cual puso precio a la misma con muchos ceros, el comerciante sabe su oficio y exclamo ¡veamos el catálogo¡ De un librero sacó un catalogo, se fue al año 1910 – 1 CENTAVO y exclamó he aquí la rareza, con gusto le pagaré sus 3 dólares, el filatelista exaltado dijo “pero si es única, rara y no hay muchas” al cual el comerciante contestó: “si es una de los 5,500,000 piezas con la variedad, de los 20 millones emitidas”.

Por eso necesitamos los catálogos, nos darán valores, variedades y muy importante, como llamar a nuestras estampillas; no le diremos “morado claro” sino por el nombre del catalogo “lila”, muchas veces vienen cantidad emitida, en otras variedades, marcas de agua, dentados, reimpresiones, entre tantos datos que pueden ser útiles para la información filatélica.
Desde mi punto de vista un catálogo antiguo o de 20 años atrás, no es obsoleto, porque me he dado cuenta que los catálogos recientes debido a la cantidad de emisiones existentes hoy en día, han eliminado algunos apartados, como sobre marcas ilustradas, perfins ilustrados, entre otras características, que ahora sólo aparecen mencionados y en ocasiones han sido eliminados.

• Enciclopedias y diccionarios filatélicos.

Cuando nos topamos con rarezas, errores o cosas curiosas, que los catálogos por si mismos NO nos dirán, en mi caso, lo soluciono con los diccionarios o enciclopedias filatélicas. En ellas, encontraremos parte de la historia de algunas emisiones importantes,  definiciones de palabras y lenguaje técnico (apropiado para ser empleado en los textos de nuestra colección a presentar en competencia).

Existen infinidad de textos, que nos ayudarán a determinar el nombre de nuestro error, algunos poseen listas de países e islas con servicios postales, que nos ayudan a saber si son material efectivo para coleccionar, otros como identificar las partes del sello, en otros encontraremos traducciones de idiomas como mandarín, japonés, coreano, o ruso para los elementos básicos de los sellos.

• Libros especializados.

Cuando hemos tenido el acercamiento a otros terrenos de la filatelia (cosa muy común al estar especializado en la “filatelia temática”) no puedo imaginar a Hällström sin haber leído el libro “The Transatlantic Mail” o a temáticos con el tema de ciclismo, que no consideren las emisiones para “Servicios de entrega especial” en “bicicleta” de los Estados Unidos y un excelente libro para esa información es “THE SPEEDY”.

Los libros de especialidad como en el caso del “The Transatlantic Mail”, posee un catálogo ilustrado de marcas postales de navíos que cruzaban el Atlántico, rutas, nombres de navíos, o libros de temática, que exponen cada uno de los puntos considerados en las exhibiciones internacionales. Estos libros ciertamente poseen en sus ilustraciones piezas maravillosas, pero que nos permiten conocer muchas alternativas para el desarrollo del tema.

• Gacetas, Publicaciones y Revistas filatélicas.

Algunos asociaciones filatélicas, clubes, servicios postales y museos, comparten su conocimiento a través de impresos, que suelen incluir en ellas información reciente, información oficial o estudios que complementarán los conocimientos de los libros.

Yo he podido introducir algunas cosas, a raíz de la lectura de algunos artículos en revistas especializadas por ejemplo “The GB Journal”, publicó un artículo con información importantísima para mi tema del: “Tadpole flaw” o ”error del renacuajo”, si esto no es “Oro molido” no se qué sería.

En la revista francesa ”TIMBRE” encontré en la sección de temática del 2004 lo que llamaron la “LISTA NO EXHAUSTIVA” de Anfibios, excelente material para mi y que me ayudó a ampliar las emisiones que conocía.

Además por la especialidad de la revista, la información filatélica manejada es excelente (¡Qué suerte tengo!).

• ¿Dónde conseguir Literatura Filatélica?

Para mí es muy valioso adquirir cualquier tipo de publicación impresa en su formato de libro, en México el MuFi (Museo de la Filatelia de Oaxaca) es mi favorito por su amplio repertorio y calidad en sus publicaciones, fáciles de adquirir a través de su sitio web: http://www.mufi.org.mx/tienda/

Pero cuando inicié en la filatelia, todo era de rumores, que decían: “se colecciona así”, no, otros decían: “se colecciona de esta forma” entonces decidí buscar algo impreso que me indicara ¿cómo? Y comencé a buscar libros… ohhh decepción, ¡no encontraba en ninguna librería literatura sobre la filatelia!,  y es ahí donde decidí buscar en “Librerías de uso”.

Siempre que mi esposa y yo pasamos por una librería de uso tenemos que ver qué encontramos.

En ellas encuentro cantidad maravillosa de libros, casi todos otros idiomas distintos al mío, pero que con un buen traductor en línea, se rompen las barreras.
Por supuesto amigos, que está siempre, la alternativa electrónica del internet, pero en ocasiones navegar de link en link y luego recordarlo, es difícil, por eso prefiero la tradicional material impreso. Con esto espero se motiven a incrementar su biblioteca en casa, volverla dos repisas de libros y darles un excelente uso que se refleje en sus colecciones. ¡Saludos desde México!