Artículo de ©J.P. Aguilar
Estados Unidos, un país que para entonces no tenía liga profesional ni tradición futbolística, fue el encargado de organizar la Copa Mundial de 1994. El malestar que esto produjo entre los aficionados fue alimentado por las estadísticas (solo 25% de los estadounidenses sabían del Mundial, a poco de que éste empezara) y por ciertos criterios publicados en la prensa del país anfitrión: “aquí el fútbol es el deporte del futuro, y siempre lo será”, o “el fútbol es un juego que los estadounidenses enseñamos a nuestros niños hasta que son suficientemente mayores para hacer algo interesante”.
Sin embargo, la apuesta de la FIFA (aprovechar el poder económico de los Estados Unidos y conseguir que el fútbol se difunda en ese país), le dio los réditos que esperaba. Desde el punto de vista económico, fundamental para una organización que girar alrededor del negocio, con el deporte como pretexto, la copa de Estados Unidos fue el mayor éxito de taquilla de la historia de los mundiales; y si se piensa en el juego como tal, el triunfo de Estados Unidos frente a Colombia hizo que las estadísticas se revirtieran: el soccer empezó a interesar a los norteamericanos (88% estaba al tanto del campeonato y 44% tenía interés en ver un partido). El fútbol no desplazó a otros deportes más populares, pero a partir de entonces fue mucho mayor el interés que por él se tuvo en los Estados Unidos.
Como en los campeonatos anteriores, la Copa se jugó entre veinticuatro equipos. Esta vez, Argentina, Bolivia, Brasil y Colombia representados a Sudamérica; Estados Unidos y México fueron las selecciones del norte del continente; África estuvo presente con tres selecciones (Camerún, Marruecos y Nigeria); dos fueron las selecciones asiáticas (Arabia Saudita y Corea del Sur) y trece las europeas (Alemania ya unificada, Bélgica, Bulgaria, España, Grecia, Holanda, Irlanda, Italia, Noruega, Rumanía, Rusia, Suecia y Suiza).
Estampillas y hoja recuerdo emitidas por
Ecuador para conmemorar la Copa de 1994
A diferencia de lo que venía siendo costumbre desde las ediciones anteriores, el servicio postal del país anfitrión no hizo emisiones postales previas sino una sola conmemorativa, que se puso a la venta del 25 de mayo de 1994 y constaba de tres sellos postales y una hoja recuerdo que los reproducía (Scott 2834-2837).
Nuevamente la mascota escogida fue un animal, en este caso el perro Striker. Su imagen apareció en la hoja recuerdo compuesta por cuatro estampillas que el Ecuador emitió como parte de la serie conmemorativa de la Copa de Estados Unidos (Scott 1343). La emisión ecuatoriana se completó con tres sellos, uno de los cuales estuvo también ilustrado con Striker, que se emitieron el 10 de junio, siete días antes de la inauguración (Scott 1340-1343).
El Ecuador aprovechó también el campeonato de Estados Unidos para emitir, luego de casi cuarenta años, un aerograma ilustrado con Striker y el emblema de la Copa. De este aerograma se hicieron 10.000 ejemplares, 100 de ellos resellados como especímenes, con la palabra "MUESTRA".
Con un triunfo de uno a cero de Alemania, campeón reinante, sobre Bolivia, se inauguró el campeonato el 7 de junio de 1994. Ese día se estrenó el himno de la FIFA, compuesto por el alemán Franz Lambert, que desde entonces se ejecuta en la cremonia de apertura de todos los partidos de la Copa del Mundo (lo pueden escuchar en el enlace HIMNO DE LA FIFA).
Bolivia y Colombia fueron los dos seleccionados sudamericanos que despertaron expectativas, por los antecedentes del segundo y por el entusiasmo que el primero despertó entre su hinchada que, desde el primer campeonato, en 1930, no veía a su equipo en la Copa Mundial. Sin embargo, ninguno logró superar la primera fase.
El caso de Colombia fue particularmente dramático. Tras perder tres a uno frente a Rumanía el 18 de junio, Colombia se enfrentó, cuatro días después, el 22, con los anfitriones; una nueva derrota por dos goles a uno se vio agravada por el hecho de que uno de los goles que se sumó a la cuenta de los Estados Unidos lo convirtió, en su propia puerta, el defensa colombiano Andrés Escobar (pueden verlo en AUTOGOL ESCOBAR).
Escobar enfrentó el incidente como lo que era, con unas declaraciones en las que evaluó la participación colombiana en el Mundial y concluyó que "la vida no termina aquí". No tomó en cuenta los extremos del fanatismo: el 2 de junio de 1994, mientras se jugaban los octavos de final del Campeonato, Escobar, ya de regreso en su país, fue asesinado por un desadaptado.
Para los aficionados a lo paranormal, el asesinato de Escobar fue solo uno de los episodios que han llevado a hablar de la "maldición" de Estados Unidos 1994. Otros tres protagonistas de la Copa murieron prematuramente en los años siguientes: el boliviano Ramiro Castillo, que se suicidó en 1997; el colombiano Hernán Gaviria, fulminado por un rayo en 2002; y el camerunés Marc-Vivien Foé, fallecido por una falla cardíaca durante un partido contra Colombia en la Copa Confederaciones de 2003.
Pero el suceso del Mundial de 1994 lo protagonizó Maradona. Jugaba su cuarto mundial y había marcado su último gol en el torneo en el partido ante Grecia, que los argentinos ganaron por cuatro a cero el 21 de junio. Luego del siguiente partido, jugado con Nigeria el 25 de junio con un nuevo triunfo argentino por dos goles a uno, Maradona fue escogido para el control anti doping; dio positivo, no pudo seguir jugando el campeonato y se le sancionó con quince meses de suspensión. Argentina fue derrotada por dos a cero en el partido del 30 de junio ante Bulgaria y no superó los octavos de final, donde fue eliminado tras la derrota de tres a dos ante Rumanía.
Dos imágenes de Maradona en la Copa de 1994: el festejo del último gol, el 21 de junio, y el camino al control antidoping, el 25 de junio
Tal vez nunca se sepa si detrás de todo hubo una perversa conspiración. Lo cierto es que Maradona se había destacado por enfrentarse a la dirigencia del fútbol, dedicada a hacer negocio a costa de los futbolistas, y los dueños del deporte le tenían entre ojos. El control anti doping fue la oportunidad para cobrar la deuda y aplastar al rebelde.
Si la era de Pelé terminó con la Copa del Mundo y un lugar en un establishment que nunca cuestionó, un laboratorio el ostracismo fueron el destino de Maradona. Como dice un autor mexicano, "el poder es cabrón".
En Estados Unidos, la final la jugaron los mismos protagonistas de México 1970. Si veinticuatro años antes disputaban el tricampeonato, en el partido que se disputó en Los Ángeles el 17 de julio, el premio era el tetracampeonato.
Italia llegó al juego decisivo tras eliminar a Bulgaria, mientras que Brasil había dejado en el camino a su rival en la final de 1958, Suecia, que ocuparía el tercer puesto tras imponerse a los búlgaros por cuatro goles a cero.
La de Estados Unidos fue la primera final que terminó sin goles luego del alargue y tuvo que decidirse desde el punto penal, donde un error de Roberto Baggio puso la Copa en manos de los brasileños.
Brasil, tetracampeón en 1994. De pie, de izquierda a derecha, Taffarel,
Joeginho, Aldair, Mauro Silva, Máarcio Santos y Branco; en cuclillas,
Mazinho, Romário, Dunga, Bebeto y Zinho
Brasil había emitido el 19 de mayo una estampilla para conmemorar la Copa de Estados Unidos y el centenario del fútbol brasileño (Scott 2477), y el 5 de diciembre puso en circulación una hoja recuerdo para festejar el tetracampeonato (Scott 2524).
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