Artículo de © José Ivars IvarsEl Correo, para bien o para mal, nos deja cada mañana su noticia. Noticia que como es obligado, llega de la mano de ese pasaporte universal que es el sello. Ese papel pequeño, engomado y variopinto en ocasiones, que vosotros los filatélicos, convertís en la más grande y bella de las aventuras. Ceferino García Martínez (Inspector General de la Dirección General de Correos). 1975
De filatelia podríamos hablar en pasado y también en presente, pero sin olvidarnos nunca del futuro. Y en lo que respecta a los sellos, el futuro ya está aquí, hasta el punto de que la Unión Postal Universal (UPU), el máximo organismo mundial en materia postal, perteneciente a las Naciones Unidas, y que tiene como misión controlar el buen hacer del los organismos postales miembros de esta organización y al que pertenecen actualmente 191 países en todo el mundo, tiene muy claro que los sellos postales van a ir evolucionando a pasos agigantados, naciendo nuevos productos a los que hay que dotar de nombre y darles la correcta definición.
Al igual que ya pasaría con la afición al coleccionismo de sellos, que surgiendo de la nada, tuvieron que pasar años hasta que se le dotara de un nombre, “filatelia”, y de una definición, el arte o ciencia que estudia los sellos y su coleccionismo, la actualidad con las nuevas tecnologías a flor de piel, y el auge de lo digital, ha dado lugar a una serie de nuevos productos postales, a los que era necesario bautizar.
El pasado año 2023, este organismo mundial desde su Consejo de Operaciones Postales, vio la necesidad de allanar el camino por tantos avances innovadores en la industria postal en todo el mundo. Esta industria del correo que no está distante de las nuevas tecnologías, ha ido incorporando al sistema, nuevos sellos y nuevos productos, que de alguna forma al no estar unificados los criterios en su denominación, han creado cierta incertidumbre entre los coleccionistas – y comerciantes -, que no tenían claro lo que en sus manos se ponía.
La Unión Postal Universal, nació un 9 de octubre de 1874 tras la Conferencia que reuniría en la ciudad suiza de Berna, a varias administraciones postales del mundo, especialmente de Europa junto a Estados Unidos – España no estuvo presente -, con el objetivo de coordinar una serie de tratados y configurar un sistema postal universal. España entraría a formar parte de este organismo el 1 de septiembre de 1875.
Con ello, y de regreso ya a la actualidad, un grupo de estudio al que pertenecen diversos operadores postales – Gibraltar, Austria, Países Bajos, etc. -, junto al Comité Consultivo de la U.P.U., y la Secretaría de la U.P.U., para el desarrollo de la Filatelia, acordaron bautizar de alguna forma esos nuevos productos, con el fin de que estas definiciones sean utilizadas por todos los países, y con ello crear una única línea de información. El objetivo de este trabajo era desarrollar una taxonomía para clasificar los Sellos Criptográficos y otros sellos con características digitales.
A partir de ahora el filatelista que no esté anclado en el pasado, va a encontrar tanto en publicaciones del ramo de correos o especializadas en contenido filatélico, nombres como los que a continuación vamos a conocer.
Sello Digital: cualquier sello emitido en formato digital por ó en nombre de un operador postal emisor.
De estos últimos, poco se ha hablado aunque algunas publicaciones ya han anunciado que España tiene previsto entrar en este mundo de los sellos digitales (1), no más tarde de este año. En España los anuncios, no tienen porque ser sinónimo de fiabilidad. Pero se le espera, más pronto que tarde.
Estos nuevos conceptos de sello o material filatélico-postal, ya se vienen definiendo en entornos especializados en cripto-economia, donde tanto el Criptosello como la Criptomoneda, ya no resulta nada raro escuchar hablar de estos vanguardistas conceptos. Otra cosa será, su aceptación o no en ambientes filatélicos y de coleccionismo.
Es evidente que la filatelia está cambiando. Esta vez la U.P.U., ha puesto su punto de mira en dar definición en 3 nuevos productos o grupo de sellos, pero la tecnología es cambiante a cada momento, no es de extrañar que vayan a ser muchos más los nuevos sellos, o nuevos conceptos, que irán apareciendo con sus correspondientes definiciones.
Aquellos primeros diccionarios filatélicos que aparecieron en el mercado tras la invención del sello postal en 1840, también tuvieron que ir adaptándose a los nuevos productos que iban apareciendo en el mercado postal y en el mundo del coleccionismo. Vocablos como Entero Postal, Tarjeta Pre-franqueada, Tarjeta Máxima, Sello téte-béche, Aerograma, Sello bisecado, etc., son denominaciones que han ido surgiendo más allá del nacimiento del propio sello como pago previo de la correspondencia. Se trata de nombres y las correspondientes definiciones que se han generado por la continua evolución que la propia filatelia ha ido experimentando.
Y cabe que a la Real Academia de la Lengua (R.A.E.), le cueste un mundo adoptar estos nuevos términos. Ya vimos que no fue hasta 1922, cuando tomó la decisión de admitir e incluir en los diccionarios el término “filatelia”, vocablo que desde 1864 se escribía en muchas partes del mundo dándolo como válido, frente a otras nomenclaturas como “Timbrología”, “Filotelia”, ó “Sellografía”.
La filatelia es pasado, es presente, y sin que nadie lo remedie, será futuro.
Notas:
(1) https://ifacfilatelico.blogspot.com/2024/02/la-cripto-mania-llega-los-sellos.html
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