El uso de los BLP en las colecciones temáticas

Artículo de ©Raudel Busto Galup

Es conocido por todos los filatelistas-expositores que aquellas piezas que poseen un sello impreso y por tanto son consideradas “Enteros Postales” pueden ser utilizadas en las colecciones temáticas por el contenido impreso en toda la extensión de la pieza siempre y cuando la misma tenga como origen una entidad postal autorizada para la impresión de estos efectos.
Sin embargo, hemos visto también que en ocasiones los expositores temáticos utilizan tarjetas postales (no enteros) franqueadas con sellos, pero que las mismas contienen imágenes y son utilizadas para documentar un pasaje temático, cuando en realidad no son un entero postal y por lo tanto su utilización es incorrecta según los reglamentos de la FIP. Hace un tiempo un jurado temático de mi país sostenía conmigo un debate al respecto pues él consideraba este material como “Border-Line” y yo creo que ni siquiera llega a esa clasificación.
Sobre o tarjeta ilustrada pero no EP 
No obstante, el objetivo de este artículo, es estudiar un tipo de material que constituye una tarjeta postal franqueada con sellos y que en ella contiene imágenes publicitarias que sí pueden ser utilizadas en colecciones temáticas, puede que quizás sea la única excepción de la regla... los BLP.
Montaje en una hoja de colección
Los BLP (Busta Lettera Postale) son tarjetas postales que vieron la luz en Italia hacia el año 1920 (según el decreto real no-1678 del 29 de octubre). Su objetivo fue el de recaudar fondos para los veteranos de la primera guerra mundial, muchos de los cuales se encontraban en condiciones deplorables, no solo a causa de la guerra sino también de la llamada gripe española que azotó a Europa en esos años.
BLP

Pliego contenido en los BLP mostrado sin plegar
En una época de reconstrucción, el servicio postal italiano decidió apoyar la causa, naciendo así los BLP. Estas tarjetas postales brindaban un espacio publicitario a diferentes compañías que desearan promocionarse a través de ellas, los anuncios tenían un coste entre 200 y 1000 liras dependiendo de la localidad italiana en que se emitiera, por otra parte también existía una diferencia sustancial de precio entre los anuncios que se imprimían en el frente o el dorso de la tarjeta, pues la misma poseía la característica de ser plegable, la cual se pegaba por los bordes exteriores y al ser recibida era rasgada a través de una perforación a un centímetro aproximadamente del margen de la tarjeta. Como la misma estaba plagada de imágenes publicitarias, contenía en su interior una hoja de papel plegado (que también contenía publicidad) pero que tenía un 75% en blanco para plasmar el contenido de la misiva por parte de los usuarios. Estas tarjetas se vendieron pre-franqueadas con sellos con la sobrecarga “BLP” habilitados para uso exclusivo de este servicio.


Otro ejemplo de montaje de BLP
Estas tarjetas eran vendidas al público por un precio inferior en 5 centavos al valor facial del sello de franqueo, se puede afirmar que el correo italiano no incurrió en pérdidas por este motivo dado que la diferencia era cobrada a través del precio que los anunciantes habían pagado para estar presentes en la tarjeta, el resto de este dinero era enviado casi en su totalidad a los veteranos de la guerra. La reducción del precio de 5 centavos se explicaba a través de que, en teoría, el público utilizaría con asiduidad este servicio al ser un tanto más económico y los anunciantes se percatarían de que las tarjetas estaban llegando a posibles compradores de forma regular y se mantendría pagando por anunciarse a través de las tarjetas y de esta forma se recaudarían más fondos. No obstante, y aunque la idea en el papel parecía bastante buena, en la práctica no fue así (Cosas inexplicables del mercado) y con gran premura esta supuesta gran idea fue cayendo en picado, por lo cual, el uso de estas tarjetas fue bastante efímero (no más de tres años). Aproximadamente fueron producidos alrededor de 110 BLP diferentes distribuidos en 13 series. A pesar de que las tarjetas se vendía ya franqueadas con estos sellos, los mismos fueron puestos a la venta por el correo italiano cuando dejaron de usarse las tarjetas.

Los BLP se diferencian de cualquier otra tarjeta franqueada con sellos y sus imágenes sí pueden ser utilizadas en colecciones temáticas (a diferencia del resto) por una sencilla razón, y es que ya eran vendidas con los sellos adheridos y que además contaban con un valor adicional “invisible” de 5 centavos que era descontado al público pero que estaba implícito en la tarjeta. La misma puede ser usada por cualquiera delas imágenes publicitarias impresas en la tarjeta e incluso por las que aparecen en la hoja de papel plegado para la escritura pues se considera un elemento común. La utilización de las mismas no es un hecho novedoso sino que viene poniéndose en práctica hace muchísimo tiempo. En el catálogo de la expo mundial de filatelia temática que se llevó a cabo en Italia en 1992, se pueden apreciar imágenes de una o dos páginas de cada colección lo cual documenta el uso de estas piezas desde aquella época. Como comentario final solo cabe añadir que las piezas BLP usadas son mucho más raras que las que están sin circular debido a su escaso uso.
Hoja de colección con una BLP
A continuación les mostramos una pequeña compilación de los tan variados anuncios que aparecen en estas tarjetas que son una rica fuente material para los expositores temáticos. ¡Hasta la próxima!


2 comentarios:

Paco Piniella dijo...

Excelente el artículo. Solo un apunte: creo que estas BLP son particularidades nacionales (en este caso Italia) que han sido "introducidas" a nivel internacional como válidas, pero si en vez de ser Italia hubiera sido otro país de menor desarrollo o importancia, seguro que no se admitirían. Otro caso es el de los sobres patrióticos de la guerra civil americana que se admiten cuando no cumplen con la reglamentación FIP pero claro ¡es EEUU! y se permite. Yo creo por eso, que los jurados deben ser flexibles con estas y otras piezas sobre todo si son antiguas y siempre pensar en valorar o no valorar, pero nunca en penalizar.

Edward Vianna dijo...

Muchas Gracias por compartir la Información. Muy actual. Saludos!!