Una pieza poco habitual

Artículo de © Mikel Ugalde
En la interesante colección “Historia del jazz”, que podemos disfrutar en este blog, nos encontramos en su imagen número 80 con una pieza poco común en los montajes. Se trata de un documento impreso que se colocaba al comienzo de los paquetes que contenían pliegos, hojas bloque o carnets de sellos estadounidenses, de manera que al abrir el paquete se veía, antes que nada, este documento con instrucciones para el empleo del material contenido en el paquete.

El "REGLAMENTO ESPECIAL PARA LA EVALUACIÓN DE LAS COLECCIONES DE TEMÁTICA EN LAS EXPOSICIONES F.I.P." nos indica que:
 “Una participación temática utiliza la más amplia gama posible de tipos de material filatélico postal apropiado” y mas adelante concreta que:

 “Material postal-filatélico apropiado es el que ha sido emitido, se proyectó emitir o ha sido producido en la elaboración de la emisión, con el propósito de transmitir correo u otras comunicaciones postales,...” y nos va detallando ejemplos de diferentes tipos de piezas hasta llegar a: “otras piezas utilizadas en las operaciones postales, como etiquetas de certificados, etiquetas y marcas de rutas postales,...”
El texto del reglamento nos habla con detalle de dos fases del proceso:
  • la elaboración de la emisión.
  • su empleo en las operaciones postales.
pero no explicita con tanto detalle una fase intermedia entre ellas, que podríamos llamar de “comunicación” y “distribución” de la emisión. En ella podrían estar incluidas:
  • las piezas llamadas “muestra” o “specimen”, habituales en las colecciones y aceptadas por la FIP.
  • las Hojas Ministeriales belgas, elaboradas por el correo belga para informar de nuevas emisiones a las autoridades ministeriales y a la Casa Real, si bien en este caso el profesor de jurados FIP Tono D. Putranto en el power point empleado el 16 de junio del presente en su seminario de Wuhan las define como piezas sin importancia y sugiere no emplearlas: “suggest not to be used in the exhibit”.
  • las hojas que anuncian nuevas emisiones y que los servicios filatélicos de los correos de varios países envían (o enviaban) a las personas abonadas a ellos.
  • los impresos que nos ocupan. ¿Quien se anima a opinar sobre ellos?

3 comentarios:

Enrique Viruega dijo...

Gracias Mikel

Muy interesante lo que expones en tu artículo. Yo si lo pondría. Al menos una. Yo , gracias a un buen amigo, tengo una en mi colección del café.

Me parece correcto incluir el material propio del proceso de distribución y venta. Uno más dentro del mapa de procesos de un sello. Diseño . Fabricación. Distribución. Venta y uso.

Enrique Viruega

Marcela Díaz Cabal dijo...

Hola, Mikel. Muchas gracias por enseñarme algo nuevo que desconocía. Siempre he creído que no podemos estancarnos y que la filatelia también debe evolucionar. A ver qué dicen los "gurús". Un abrazo, Marcela

Anónimo dijo...

Buenos días.
Articulo muy interesante, que plantea algunas cuestiones difíciles. La pieza que muestra Mikel no la conocía. En mi opinión, se puede incluir perfectamente en una colección. Sin embargo, este tipo de piezas hay que valorarlas también en cuanto a su rareza, y también cómo se ha realizado e impreso el documento de presentación. Por ejemplo, Austria en los años 50 y 60 emitía unos documentos tamaño A4, con las características técnicas de la emisión, y una reproducción exacta del sello, en negro e impresa con el mismo sistema que la emisión original. Esta impresión se pegaba sobre el documento. Algo parecido ocurre con los documentos españoles de los primeros años 60, más reducidos. Estos documentos se pueden incluir en la colección expuesta, con moderación. Y no es lo mismo incluir el documento de Austria de 1951, o un folleto de los años 80 con una tirada de miles de ejemplares.
Saludos cordiales. Estanislao Pan de Alfaro