Artículo de ©F Piniella
Cuando uno se acerca frente a una de las grandes colecciones, detrás de ella no siempre hay un señor potentado con un talonario a disposición de los comerciantes, no siempre, porque lo que hay casi siempre es un coleccionista que lleva décadas buscando piezas de su tema. Y lo más importante es, además, que siempre haya piezas en nuestro horizonte, todavía sería peor que ya hubiéramos acabado con "todo lo que hay".
Una colección nunca termina, siempre hay algo que cambiar, siempre hay, como he repetido en otros artículos "un nuevo fichaje". Porque como en el futbol que solo puedes sacar 11 jugadores, aunque tengas 300 en la plantilla, aquí en las exposiciones filatélicas solo puedes sacar material para llenar 8 metros cuadrados de campo, o sea 8 cuadros en el mejor de los casos.
También tenemos que pensar que no siempre se trata de tener los mejores 11 jugadores, sino que hay que enseñarles a jugar, eso que en filatelia se llama Plan y Desarrollo. Muy buen material pero sin un buen desarrollo es como si al Real Madrid le pusieran un mal entrenador. Ya se que esta es una reflexión para muchos innecesaria, pero quería insistir sobre todo para los nuevos coleccionistas.
Y como hay que predicar con el ejemplo voy a poner un ejemplo de cómo evoluciona una colección, y para que nadie se ofenda lo hago con la mía propia. Una misma hoja, un mismo detalle temático, muy conocido por todos, la llegada de Colón al Nuevo Mundo, donde se puede ir viendo como la hoja se va enriqueciendo con el tiempo, con la paciencia y con los recursos que el coleccionista desea gastarse (poco a poco). No hace falta comentar mucho, basta ir viendo cómo evoluciona la hoja...
Coleccionar es sinónimo de paciencia. Incluso hubo hace poco, alguna marca de coche que nos tildaba a los filatélicos de aburridos. Y si coleccionar requiere de tiempo, imagínense si además lo que coleccionas quieres llevarlo a una exposición para que tus vecinos vean tu tesoro, y ya no digamos si además te vas a lanzar a enviar tus hojas a una Exposición Filatélica nacional. Nadie empieza con una medalla de oro, nadie empieza con los mejores sellos del mundo, con las rarezas más extrañas que dejen la boca abierta de los visitantes. Esta reflexión viene al paso sobre ciertos materiales que son muy comunes, incluso poco relevantes, pero que no pasa nada porque en un principio sean utilizados siempre que dichos materiales cumplan con lo establecido en los Reglamentos y las Directrices, así como que su uso temático sea el adecuado.Por qué digo que en Temática esta paciencia es mayor, pues por una sencilla razón, porque el rango de materiales es mucho mayor: tenemos en una clase, todas las clases, porque un coleccionista temático hace filatelia tradicional, historia postal, entero postales, maximofilia, mecanotelia,... ¡todo! y de todos los países y todos los tiempos. Por tanto la paciencia es mayor ya que no lo podemos tener todo en el primer día, ni en el primer año, si me apuras ni en los primeros diez años de coleccionista.
Cuando uno se acerca frente a una de las grandes colecciones, detrás de ella no siempre hay un señor potentado con un talonario a disposición de los comerciantes, no siempre, porque lo que hay casi siempre es un coleccionista que lleva décadas buscando piezas de su tema. Y lo más importante es, además, que siempre haya piezas en nuestro horizonte, todavía sería peor que ya hubiéramos acabado con "todo lo que hay".
Una colección nunca termina, siempre hay algo que cambiar, siempre hay, como he repetido en otros artículos "un nuevo fichaje". Porque como en el futbol que solo puedes sacar 11 jugadores, aunque tengas 300 en la plantilla, aquí en las exposiciones filatélicas solo puedes sacar material para llenar 8 metros cuadrados de campo, o sea 8 cuadros en el mejor de los casos.
También tenemos que pensar que no siempre se trata de tener los mejores 11 jugadores, sino que hay que enseñarles a jugar, eso que en filatelia se llama Plan y Desarrollo. Muy buen material pero sin un buen desarrollo es como si al Real Madrid le pusieran un mal entrenador. Ya se que esta es una reflexión para muchos innecesaria, pero quería insistir sobre todo para los nuevos coleccionistas.
Y como hay que predicar con el ejemplo voy a poner un ejemplo de cómo evoluciona una colección, y para que nadie se ofenda lo hago con la mía propia. Una misma hoja, un mismo detalle temático, muy conocido por todos, la llegada de Colón al Nuevo Mundo, donde se puede ir viendo como la hoja se va enriqueciendo con el tiempo, con la paciencia y con los recursos que el coleccionista desea gastarse (poco a poco). No hace falta comentar mucho, basta ir viendo cómo evoluciona la hoja...
Montaje 1989 |
Montaje 1991 |
Montaje 2010 |
Montaje para Exfil-Chile'2018 |
Espero sobre todo que esto sirva para ilusionar, para pensar que las grandes hazañas no se conquistan en un día, pero que si no se empieza y se arranca, nunca se llegará a nuestro destino deseado. Gracias.
3 comentarios:
Estoy de acuerdo contigo. Se empieza con las piezas mas comunes hasta llegar a las piezas únicas.
Saludos desde Málaga.
Victor
Muchas gracias Paco
Esta es una verdadera lección. Todos hemos pasado un poco por el mismo proceso y tu desprendimiento, al compartir la experiencia, se refleja en las nuestras y las convalida. Tengo documentados varios ejemplos similares al que has propuesto y los uso en mis charlas.
En tu versión última, me complace destacar "avances" antes poco valorados: el uso profuso del texto sin competir con los otros elementos, las cornisas, la combinación de varios estudios en una página y la circulación (lectura) multimodal de ella (ellos) y en relación con la siguiente página.
Algo que aquí no se aprecia y que si observamos en Chile, en los marcos, es que esta sección de tu colección (3 o 4 páginas de las 5 o 6 del tema "Landfall" completo) es en realidad un discurso más amplio, muy completo, que incorpora otros dos o tres estudios y que uno de ellos es continuación del que se inicia en esta.
Gracias y felicidades
Luis Fernando
¡Qué estupenda lección nos das, Paco! La verdad es que yo creo que si a mí me hubiera tocado la época de las máquinas de escribir y la mecanografía, no habría montado ninguna colección. Pero además, te admiro tu visión a futuro, tan acertada, de llevar un registro de las distintas etapas por la que pasaste con tu colección. Es gratificante ver la evolución en línea ascendente. Te felicito de corazón. Y trataré de emularte para ver el avance de la mí. Aunque yo no pueda disponer de 20 años por delante. Sigue escribiendo, porfa. Un abrazo,
Marcela
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