Artículo de ©J.P. Aguilar
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Las emisiones mexicanas preparatorias del Campeonato.
Arriba, la de 1984 y abajo la de 1985 |
En 1974 se resolvió que la Copa del Mundo de 1986 se juegue en Colombia; sin embargo, la FIFA no estaba muy convencida de que la situación política en ese país fuera apropiada para el torneo, así que se establecieron una serie de requisitos imposibles de cumplir para los propuestos anfitriones: 12 estadios con capacidad mínima para 40.000 personas para la primera fase, 4 estadios para al menos 60.000 personas para la segunda fase, dos para 80.000 personas destinados a los partidos inaugural y final, una torre de comunicaciones en Bogotá, congelamiento de las tarifas hoteleras, autorización para que circulen libremente divisas internacionales, una flota de limusinas a disposición de los directivos de la FIFA, una red de trenes para comunicar a todas las sedes, aeropuertos para aviones jet en todas las sedes, red de carreteras para que se desplacen los aficionados.
El 25 de octubre de 1982, el presidente colombiano, Belisario Betancur, anunció que Colombia renunciaba a ser la sede del Campeonato. Poco después, en mayo de 1983, el Congreso de la FIFA reunido en Estocolmo decidió, por primera vez, repetir una sede: México.
En 1986 se mantuvo el número de equipos (veinticuatro) y el sistema de juego de la Copa de España. En la fase clasificatoria, cuatro equipos obtuvieron los cupos previstas para Sudamérica (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay); Canadá, junto con la selección anfitriona, representó a Norte, Centroamérica y El Caribe; los clasificados por África fueron Argelia y Marruecos, mientras que Corea del Sur e Irak lo fueron por Asia; por Europa participaron nueve selecciones, a más del campeón reinante (Alemania Federal, Bélgica, Bulgaria, Dinamarca, Escocia, España, Francia, Hungría, Inglaterra, Irlanda del Norte, Polonia, Portugal y la Unión Soviética).
Desde 1984, México hizo dos emisiones de dos sellos cada una, como preparación para la Copa del Mundo, la primera el 19 de noviembre de ese año (Scott 1372-1373) y la segunda el 15 de diciembre de 1985 (Scott 1414-1425).
También en México se escogió como mascota del Campeonato a un vegetal: Pique, un charro mexicano con cabeza de chile jalapeño. El muñeco fue una de las imágenes de la serie de cinco sellos emitida por Costa Rica el 30 de mayo de 1986 (Scott 369-373).
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Sello de 1 colón
Costa Rica 1986,
mascota del mundial |
La Copa del Mundo se inauguró en el estadio Azteca, en el Distrito Federal, el 31 de mayo de 1986, con un juego en el que Italia y Bulgaria empataron a un gol. Fue el preludio de una actuación deslucida de los campeones reinantes, que conseguirían solo un triunfo y un nuevo empate en la primera fase, y terminarían eliminados por los franceses en la segunda.
El mismo día de la inauguración, México puso a la venta una serie de cinco estampillas y una hoja recuerdo, para conmemorar el Campeonato (Scott 1439-1444).
En la hoja recuerdo se deslizó el que se ha convertido en un error común: incluir entre las banderas la de Gran Bretaña y no la de Inglaterra. Ocurrió también con la emisión ecuatoriana hecha el 6 de mayo de 1986, compuesta de una hoja recuerdo y dos estampillas (Scott 1129-1130); la hoja ecuatoriana, sin embargo se llevó la palma en el campeonato de errores: la bandera de Corea del Norte sustituyó a la de Corea del Sur, que fue el país participante en el torneo, y en lugar de las banderas de Irlanda del Norte y de Escocia se incluyeron las de la República de Irlanda y Noruega.
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Las estampillas y la hoja recuerdo emitidas por México el día de la inauguración del Campeonato |
Diego Armando Maradona fue, en 1978, una ausencia sentida por los aficionados argentinas, que reclamaron al entrenador Julio César Menotti por no haberlo convocado; jugó por primera vez un campeonato del mundo en España, en 1982, pero fue en la Copa de México en la que alcanzó su consagración definitiva.
La actuación de Maradona no estuvo limitada a la cancha, sino que se colocó a la cabeza de la protesta contra los directivos de la FIFA, que antepuso la rentabilidad del negocio al bienestar de los jugadores. México fue el mundial del calor, porque se decidió programar los partidos a las doce del día, para que pudieran televisarse en Europa a una hora “adecuada”. “Los jugadores deben ocuparse de lo que saben hacer: jugar al fútbol; la organización del torneo es cuestión exclusiva de los dirigentes; que jueguen y se callen la boca”, dicen que fue la respuesta de Joao Havelange, desde su palco con aire acondicionado.
La emisión ecuatoriana por la copa de México. En la hoja recuerdo, la bandera de la derecha en la segunda fila, desde arriba, es la de Corea del Norte y no la de Corea del Sur, como correspondía; la última bandera en la parte inferior derecha es la de Gran Bretaña y no la inglesa; la bandera en la esquina izquierda, en la que apoya su pie el futbolista, es la de la República de Irlanda y no la de Irlanda del Norte; no aparece la bandera de Escocia pero sí, debajo de la uruguaya, la de Noruega, que no participó en el Campeonato.
En el campo de juego, Maradona brilló y legó a la historia del fútbol dos momentos históricos: “la mano de Dios” y el que para muchos es el gol del siglo. Fue el 22 de junio, en el partido de cuartos de final que se jugó contra Inglaterra en el estadio Azteca. Asistieron 114.50 espectadores y fue el primero en el que se enfrentaban las dos selecciones, después de la guerra de la Malvinas.
La mano de Diego, en la fotografía del mexicano - Alejandro Ojeda Carbajal
El segundo tiempo arrancó con el marcador igualado a cero. En el minuto 51, el portero inglés Peter Shilton y Maradona, saltaron en pos de la pelota que había sido rechazada por Steve Hodge; el arquero era más alto que el argentino, pero la mano de este último llegó primero y la pelota acabó en las redes; ni el árbitro ni el juez de línea vieron lo que pasó y el tanto argentino fue convalidado. Maradona diría después que el gol se hizo un poco con la cabeza y un poco con la “mano de Dios”; años más tarde confesaría que empujó la pelota con el puño.
Al poco rato, en el minuto 55, Maradona se hizo con la bola y, desde su propio campo, salió disparado hacia el arco rival; al atravesar la cancha dejó en el camino a Hoddle, Reid, Sansom, Butcher y Fenwick, eludió al portero Shilton y anotó el gol. Si quieren vero, pulsen -> aquí.
El gol de Lineker en el minuto 81 no pudo evitar la derrota inglesa y Argentina se convirtió en semifinalista junto con Alemania Federal, Bélgica y Francia.
México fue no solo el mundial que inventó la “ola” y el campeonato del “gol del siglo”, sino también el de la expulsión más rápida de la historia: la del uruguayo José Batista, en el segundo 56 del partido contra Escocia, el 8 de junio.
En México se repitió, ya sin las emociones del juego en España, el enfrentamiento entre Alemania Federal y Francia. En esta ocasión, los alemanes anotaron dos goles y los franceses ninguno; estos últimos tuvieron que contentarse, nuevamente, con el partido por el tercer puesto, que alcanzarían tras derrotar a Bélgica por cuatro a dos, tras un alargue.
Los campeones de 1986. De izquierda a derecha, de pie, Batista, Cuciuffo,
Olarticoechea, Pumpido, Brown, Ruggeri y Maradona; en cuclillas,
Burruchaga, Giusti, Enrique y Valdano
Argentina jugó el partido final con los alemanes el 29 de junio, tras haber dejado en el camino a los belgas por dos a cero.
Tras aventajar a los alemanes en el primer tiempo con gol de Brown (minuto 23), Argentina aumentó la ventaja al inicio de la segunda parte gracias a Valdano (minuto 55). Los alemanes aprovecharon la ventaja que generó la confianza en los sudamericanos y en seis minutos, a partir del minuto 74, igualaron el marcador con goles de Rummenigge y Völler. Para entonces, la confianza se trasladó a los alemanes que, tres minutos después de haber anotado el segundo gol, recibieron un tanto de Burruchaga y perdieron por tercera ocasión una final de la Copa del Mundo.
El estadio Azteca se convirtió, así, en el escenario en el que se coronaron campeones los dos mejores jugadores de la historia: Pelé en 1970 y Maradona en 1986.
Los argentinos festejaron el título, esta vez sin remordimientos y en democracia, como diría Jorge Valdano.
El 8 de noviembre de 1986, el Correo argentino se unió al festejo con dos mini pliegos, cada uno con dos imágenes: la selección y el “gol del siglo” en el primero; y, el gol de Burruchaga en la final y Maradona elevando la Copa, en el segundo. Los mini pliegos incluyeron los marcadores finales de los siete partidos jugados por Argentina en México.
Los mini pliegos argentinos conmemorativos del triunfo en México
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